El año 2015 fue terrible para Nepal. El terremoto de abril y la posterior réplica en mayo dejaron al país sumido en una crisis sin precedentes. Más de 8.000 muertos, 9,5 millones de personas con necesidad de asistencia, 2,8 millones de desplazados internos, 1,4 Millones con necesidades básicas por cubrir. Las cifras parecen no tener fin y cada cual es más dramática. Si a todo ello le sumamos las peculiaridades de este pequeño país, con una economía de subsistencia basada casi exclusivamente en el turismo, podemos darnos cuenta de la gravedad de la situación. Ante esta situación muchos amigos y clientes nos han preguntado durante los últimos meses: ¿Se puede viajar a Nepal tras el terremoto? ¿Es seguro?
Nuestra respuesta es siempre la misma: No solo se puede, casi que se debe… Queremos decir con esto, que si dentro de nuestros planes estaba el visitar este país de los Himalayas alguna vez en la vida, ahora es quizá el mejor momento para hacerlo. Es cierto que algunas zonas donde el terremoto fue más violento el acceso es difícil (como en Langtang), pero el resto del país es perfectamente visitable. El nepalí es un pueblo dinámico y trabajador que se está rehaciendo poco a poco de este desastre natural y que necesita de nosotros los viajeros para continuar con su recuperación. Es ahora cuando nuestra ayuda solidaria es más necesaria, que podemos encauzarla a través de múltiples proyectos que se están desarrollando en nuestro país. Pero con que nosotros sigamos con nuestros planes y visitemos el país, ya estaremos contribuyendo a que Nepal salga poco a poco de esta situación que se ha vivido y vive aún desesperada.
Las zonas de Annapurna y Everest se encuentran abiertas para hacer trekking desde hace meses. Consecuencias del terremoto, el año pasado 2015 fue el primer año que nadie consiguió subir a la cumbre del Everest. Desde 1974 no se daba este hecho, algo ciertamente insólito. Si queremos visitar las zonas del sur del país como Chitwan, Lumbini o el parque nacional de Bardia, estas se encuentran totalmente accesibles al turismo como ha sucedido en las últimas décadas. Así que recomendamos a nuestros amigos que no se dejen vencer por el miedo o una situación preocupante. Si queríamos visitar este extraordinario país de gentes amables, que el desastre del terremoto sea un impulso más a contribuir con nuestro granito de arena a la recuperación del país.
Una cosa tenemos clara. Los nepalíes seguirán recibiéndonos con las mismas sonrisas y muchas esperanzas: NAMASTE!
Deja un comentario